Internet está a punto de quedarse sin direcciones nuevas, un hito que está alentando a gigantes como Facebook Inc. y Google Inc. a desarrollar nuevas versiones de sus sitios web e incitando a proveedores de servicio y otras compañías a mejorar sus redes.
Esta semana, se espera que la organización que supervisa Internet, ICANN, reparta el último lote de direcciones de protocolo de Internet (IP, por sus siglas en inglés) existentes. Estas direcciones dirigen el trá fico en la red a la ubicació n correcta de forma parecida a la que una carta encuentra su camino a travé s del sistema postal.
Si bien existe un nuevo sistema de direcciones IP listo para ser lanzado, no es compatible con el actual. En junio, por lo tanto, Google, Facebook, Yahoo Inc. y otros cambiarán a las nuevas direcciones por un día en la primera prueba a gran escala de la nueva red, llamada IP versión seis o IPv6.
Aunque el cambio permanente a un nuevo sistema de direcciones de la web todavía está muy lejos, ya es inevitable, aseguró Lorenzo Colitti, un ingeniero de Google que está ayudando a supervisar la transición de la empresa a IPv6. El cambio "es fundamental para preservar Internet tal y como la conocemos" y es la única manera que Google tendrá de poder ser accesible a futuros usuarios de la red.
El actual sistema, IPv4, fue desarrollado hace más de 30 años y permite unos 4.300 millones de posibles direcciones. En los años 70, esa cantidad era más que suficiente ya que Internet sólo conectaba a una pequeña cantidad de investigadores de agencias gubernamentales y universidades. En la actualidad, no obstante, todo tipo de aparatos se conecta a Internet, así como un creciente porcentaje de la población mundial.
Si la conversión a IPv6 va bien, la transición, que probablemente sucederá gradualmente a lo largo de varios años, no tendrá un gran impacto en los consumidores. Los expertos en redes dicen que algunos viejos sistemas operativos y routers no funcionarán con las nuevas direcciones, pero sí los comprados en los últimos años.
Las empresas, sin embargo, tendrá n que instalar equipos de red compatibles con las nuevas direcciones y crear versiones de sus sitios web para los usuarios que utilicen las nuevas direcciones. La firma de investigació n Gartner estima que el gasto en equipos de telecomunicaciones crecerá a alrededor de US$465.000 millones este año, frente a US$426.000 millones en 2010, aunque no está claro cuánto de esta suma será impulsado por la transición a IPv6.
Compañías como el fabricante de routers Cisco Systems Inc. se beneficiarán. "Es una mina de oro porque todo el mundo con el tiempo tendrá que actualizar" a equipos que sean compatibles con IPv6, comentó Joel Conover, un gerente de marketing de Cisco.
Hasta ahora, el nuevo esquema de direcciones se ha estancado en el típico problema de la gallina y el huevo: nadie quiere desarrollar servicios que utilicen el nuevo sistema hasta que haya una red para acceder a ellos y nadie quiere construir la red hasta que haya servicios que impulsen la demanda.
Una de las razones por las que Facebook participará en la prueba de junio, conocida como el Día Mundial de IPv6, es tratar de romper ese estancamiento, afirma Jonathan Hellinger, vicepresidente de operaciones técnicas.
El quedarse sin las antiguas direcciones ayudará a acelerar la conversión. "La entrega del último espacio es irreversible", afirmó Leslie Daigle, directora de tecnología de la web de la Sociedad de Internet, una entidad sin fines de lucro, y agregó que debería mostrar "a los que tienen que cambiarse que no se trata de un caso hipotético".
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